Este mineral esencial no sólo es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo, sino que también es fundamental para tu bienestar general.
Entre ellas:
Apoyo muscular y nervioso: El magnesio es un componente clave en la contracción y relajación muscular, lo que lo convierte en un aliado clave para atletas y personas activas. Además, ayuda a regular la transmisión de impulsos nerviosos, promoviendo así una función nerviosa saludable.
Alivio del estrés y la ansiedad: está vinculado directamente con la producción de serotonina, el neurotransmisor responsable de promover la sensación de bienestar y felicidad. Mantener niveles óptimos de magnesio en el cuerpo puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad, y mejorar tu estado de ánimo.
Salud ósea: Ayuda a mantener los huesos fuertes y a prevenir la osteoporosis.
Función cardiovascular: Desempeña un papel importante en la regulación del ritmo cardíaco y la presión arterial, lo que contribuye a la salud cardiovascular.
Regulación del azúcar en sangre: El magnesio es un cofactor clave en la función de la insulina, la hormona responsable de regular los niveles de azúcar en la sangre. Mantener niveles adecuados de magnesio puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y a reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Dentro de los alimentos ricos en magnesio podemos mencionar a los frutos secos y semillas como almendras, nueces de Brasil, semillas de calabaza, de girasol y de sésamo; vegetales de hojas verdes: Espinaca, acelga, kale; legumbres, palta/aguacate, cacao y cereales integrales como quinoa y avena.
Debido que muchas veces no llegamos a incorporar los niveles deseados de magnesio a través de la dieta, la suplementación puede ser una estrategia efectiva para asegurar la ingesta suficiente. La dosis recomendada es de aproximadamente 400 mg/día dependiendo de las necesidades individuales y las cantidades ingeridas en la alimentación.
Existen diferentes tipos de magnesio:
Citrato de magnesio: Esta forma de magnesio es altamente absorbible y se disuelve fácilmente en agua, lo que lo convierte en una opción popular para aquellos que tienen problemas digestivos. Se utiliza comúnmente para promover la relajación muscular, aliviar el estreñimiento.
Glicinato de magnesio: Esta forma de magnesio está unida al aminoácido glicina, lo que facilita su absorción en el cuerpo. El glicinato de magnesio es suave para el estómago y se utiliza a menudo para mejorar la calidad del sueño, reducir la ansiedad y promover la relajación muscular.
Óxido de magnesio: Es una forma de magnesio de alta concentración, pero tiene una baja tasa de absorción en comparación con otras formas. A pesar de esto, el óxido de magnesio se utiliza a menudo como laxante suave para aliviar el estreñimiento.
Cloruro de magnesio: Se utiliza para promover la salud ósea, apoyar la función muscular y ayudar en la digestión.
Taurato de magnesio: Contiene el aminoácido taurina, podría colaborar a regular el azúcar en sangre y la presión arterial.
Malato de magnesio: Opción cuando se busca alivio del dolor, recomendado en personas con fatiga crónica o enfermedades reumatológicas como fibromialgia.
Treonato de magnesio: Tiene una alta biodisponibilidad y puede penetrar fácilmente en el cerebro, lo que la hace única. Puede tener beneficios específicos para la salud del cerebro y la función cognitiva.
Orotato de magnesio: puede ayudar en la salud cardiovascular.
Siempre te recomiendo que antes de empezar a tomarlo consultes con un profesional de la salud.